... César gritaba «¡Esto es una verdadera violencia », uno de los dos Cascas le hirió por la espalda, un poco más abajo de la garganta. César le cogió el brazo, atravesándoselo con su punzón, e ...
... en los que el agua no se había evaporado y los hombres, con los labios agrietados y la garganta tan reseca que no podía ni hablar, se abalanzaron sobre ellos con las escasas fuerzas que les quedaban ...
... , estaban las botas imperio que habrían debido completarlo, del mismo tono, orladas en la garganta con parca discreción de rasgos modernistas; encima del tocador veíanse las perlas falsas que había ...
... salir de la espesura, un hombre se irguió de repente ante la montañesa. El chillido que acudía a la garganta de Manuela se convirtió en risa alegre, conociendo a Perucho; mas la risa se apagó al ver ...
... IIITirso de MolinaDON MARTÍNNo digas más. QUINTANANi aunque quiera podré, porque en pena tanta, tengo el alma a la garganta, y a un suspiro saldrá fuera. DON MARTÍN¿Agora que no hay remedio ...
... , desafiando los más recios chaparrones, riendo a carcajadas si una gota indiscreta mojaba la garganta que palpitaba tibia; era de ver el arte con que sus bajos, con instintos de armiño, cruzaban ...
... la caja de cristal tropezó y el pedazo de manzana que había comido Blancanieves se desprendió de su garganta. Ella despertó de su largo sueño y se sentó. Hubo gran regocijo, y los enanitos bailaron ...
... no es cantar. -Ya lo sé. Es un favor el que la pido. Por enjuagatorios no lo deje. Si quié aclararse con Champán la garganta, pídalo con toa la boca. La Cañas miró de hito en hito a aquel mocetón ...
... el barboquejo puesto a modo de collar, y un pa& 241;uelo de algod& 243;n cruzado a la garganta, completaban la vestimenta de esta bizarra moza, que no cifraba en los veinticinco a& 241;os.Ten& 237 ...
... caballero andante para arrodillarse a sus pies y suplicarle, con las lágrimas en los ojos, los sollozos en la garganta y la reverencia en el alma, que le acudiese en su desdicha y fuera ángel redentor ...
... instinto -que ya podía besar -besos de llama, besos idolátricos de la belleza salpicados en la garganta, en los labios, en el pelo, en los ojos de Adria.Besos que supieron leves desnudarla el pecho ...
... , el lazo y flecha.Yo sí que al fuego me consumo y quemo,y al lazo pongo humilde la garganta,y a la red invisible poco temo,y el rigor de la flecha no me espanta.Por esto soy llegado a tal estremo ...
... y crían buena panza.Así era su trato llano, sin revoltijas: ninguno tenía caracol en la garganta, hablaban sinartificio, llevaban el alma en la palma y aun en palmas; no había aquí engañadores ...
... de toda esta clavelería no consiguen vencer el olor a aceite frito de los buñuelos, que se pega a la garganta y produce un cosquilleo inaguantable. Lo dicho, aquí no hay color que no sea desesperado ...
... apenas se sienta, y trepan sobre sus rodillas, y le sueltan el chaleco, y le aprietan la garganta, y se le encaraman en los hombros, y le aturden y le embriagan a embestidas, abrazos y pisotones ...
... un niño, 140para que del suceso que resulte, alegre o triste, o ya el cuchillo corra por tu bella garganta, o ya tus sienes del vitorioso lauro veas ceñidas. Esto vengo a decirte, y no otra cosa. 145 ...
... perfecta cuenta de que Alejandra le veía en todo su aturdimiento. Tenía el rostro congestionado, la garganta seca. Convencido de que no reaccionaba se entregó con humilde franqueza: — Quería decirle ...
... de reflexi& 243;n, de comparaci& 243;n, de juicio... Las piernas me flaqueaban, la voz, muerta en la garganta, no pod& 237;a ni sab& 237;a pedir auxilio.Cre& 237; ver un fantasma. Por un instante ...
... ... -Hoy mismo -dijo el viejo, haciendo de tripas corazón, y procurando tragarse el nudo que en la garganta sentía- te traigo el caballete, la caja de colores... Verás, verás qué cuadros tan bonitos ...
... l pan.LAVANDERA 4ª-Porque los brazos se enlazan.LAVANDERA 2ª-Porque la luz se nos quiebra en la garganta.LAVANDERA 4ª-Porque se endulza el tallo de las ramas.LAVANDERA 1ª-Y las tiendas del viento ...
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