... intransitables, todas las posadas insufribles, todos los d& 237;as calorosos, y las noches ... Eroles, y el m& 225;s malo y antip& 225;tico, D. Jaime Creux. No puede decirse de estos...
... de los escritores españoles del siglo XIX - Tomo IIde Manuel Ovilo y Otero ROSELL (D. CAYETANO), INDIVIDUO DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Es natural de la villa de Aravaca, provincia de Madrid ...
... Yo quiero que vea. Daré mis ojos porque él vea con los suyos; daré mi vida toda. Yo quiero que D. Teodoro haga el milagro que dicen. ¡Benditos sean los hombres sabios Lo que no quiero es que mi amo ...
Este paisaje celestial, con garzas blancas que ascienden como ángelesvolando tan alto como quieren y hacia ambos lados tan lejos como quierenen hileras y más hileras de inmaculados reflejos;esta ...
... 233; camino y qu& 233; pueblo -Dime, & 191;ven& 237;s a pegar fuego a Orbajosa?-& 161;Fuego -D& 237;golo porque yo tal vez os ayudar& 237;a.-& 161;Qu& 233; pueblo , pero & 161;qu& 233; pueblo -exclam ...
... hoy (Regodeándose.) ¡Los capones del Alcalde, qué hermosos RUFINA.- ¿Pues y la lengua ahumada de D. Cosme? DON JOSÉ.- ¿Y el jamón del cura? LORENZA.- (Presurosa por el fondo.) Señor ...
... rostro, pero el mismo aspecto, con esa mirada salvaje, con la chaqueta que llevaba el día que llegó a D. lleno de odio, ocultando en su alma el espantoso tesoro de pensamientos horribles acumulados ...
... los escritores españoles del siglo XIX - Tomo IIde Manuel Ovilo y Otero NEIRA DE M0SQUERA (D. ANTONIO), INDIVIDUO CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. Nació un Santiago en 1823. Siguió ...
... ¡Hay tanto envidioso ¡Esto no se puede sufrir, es atroz... atroz La que así hablaba no era otra que la Excma. Sra. D.ª Rosa Álvarez de los Burgos, Condesa de Torres Altas, grande de España ...
... Veron -el gastrónomo más concienzudo del momento- fue el último cliente. Pidió la última bisque d’écrevisses, y al acabarla llamó al chef de cocina y le dirigió con voz temblorosa el siguiente ...
... en que estaba el t& 237;o Sento de ir al d& 237;a siguiente al cementerio si quer& 237;a ... ;osos y retorcidos, y despu& 233;s un ata& 250;d, en cuyo fondo descansaba un monigote con...
... .— Creí que ya no vendrías; — dijo éste — son las tres y media dadas.— Ese posma de D. Pablo me ha detenido casi toda la mañana. Tu no sabes los esfuerzos de elocuencia y de dialéctica que he ...
... los negocios y contratas con que el Gobierno premia a los que le ayudan. Ya viene de atrás este tole-tole; pero D. Juan Bravo Murillo fue quien más abrió la mano en las concesiones de vías férreas ...
... ta el 7 de Marzo de 1820. Balmaseda le apoyaba, y D. Jaime Creux (el gran jinete de quien antes he ... calle del Bac, y despu& 233;s de destinar dos d& 237;as a recorrer las tiendas del...
... . Conque a correr. Mira que vienen. Aire a los pies y buenos d& 237;as. -& 161;Eh ... Basta de simplezas -dijo el ... 237;a en direcci& 243;n opuesta. -& 191;A d& 243;nde vas, Gabriel?...
... lee La orden decía así:Para el mejor servicio de S. M. el Rey Nuestro Señor (Q. D. G.), prevengo a Lucas Fernández, molinero de estos vecinos, que tan luego como reciba la presente orden, comparezca ...
... apóstol... Sí, eres como los que todo lo quieren curar con agua... o con números, que es lo mismo. Aquí tenemos al Sr. D. Perfiles, que viene a que yo sea una santa, porque sí, porque él ha caído ...
¡Ay dolor, dolor,por mi fijo y mi Señor Yo soy aquella Maríadel linaje de David.Oíd, señores, oíd,la gran desventura mía.¡Ay dolor A mí dixo Gabrielquel Señor era conmigo,y dexóme sin abrigo,amarga má ...
... tiempo.No tengo presente lo que hizo mi t& 237;o en aquellos d& 237;as. S& 243;lo s& 233; que sus crueldades ... en Medinasidonia.Mis & 225;ngeles tutelares fueron D. Alonso Guti&...
... dos satrapías orientales de signo ideológico contrapuesto.Autor: R.M Bibliografía básicaHOROWITZ, D.: Estados Unidos frente a la revolución mundial. De Yalta a Vietnam. Cultura Popular. Barcelona ...
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