... dijo Calabrés- de lástima de ese hombre que aporreas por momentos y maltratas, que tus culpas no merecen piedad ni tu obstinación es capaz della.-Pídeme albricias-respondió el diablo- si me sacas hoy ...
... Carracci. Venus, junto a Cupido, descubierta por Adonis (1595). Museo del Prado, Madrid. Piedad (Pietà). Óleo sobre tabla (pintura sobre cobre) de Annibale Carracci (1603 ...
... , exigida por la propia conciencia dominada por el remordimiento, es reemplazado por «una ley de piedad y de amor que debe unir a todos los seres vivientes, aunque nuestra conciencia la ignore ...
... mística, el sufismo. Vista con desconfianza por los ortodoxos, esta corriente religiosa difundió una piedad que hizo más accesible al «totalmente otro», el austero y distante Dios del Islam ...
... las mitologías de liberación. Los Boddissattvas son venerados como maestros e incluso divinizados por la piedad popular. Algunos como Amitabda (venerado en la India a partir del s. I y después del s ...
... actuales y donde los antiguos mitos impregnan la vida cotidiana y sicológica de los hindúes contemporáneos). La piedad arcaica aflora en las devociones actuales, como hace tres mil años. Se adoran ...
... : industrializados, de rentas medias, exportadores de petróleo y pobres —llamados también, por piedad o por vergüenza, en vías de desarrollo—.Quizá la crisis sirva para replantear antiguos ...
... libros dialógicos. Su obra principal restó importancia al ascetismo y a los actos externos de piedad y se declaró a favor de un autoexamen de conciencia. En las postrimerías de su vida, fue perseguido ...
... . Puede ser, además, según el sentir de muchos Padres en el aula conciliar, un estímulo para su piedad individual y el espíritu de colaboración. Por otra parte, la Iglesia que se realiza, se alimenta ...
... evidencia, sí, la corrupción de la Iglesia de entonces al presentarnos la figura de fray Timoteo, con su piedad formal y toda la descarada inmoralidad que le circunda; pero no lo juzga, como no juzga ...
... hacen los estadistas– cómo provocó las guerras, cómo venció y cómo se aprovechó de las victorias, sin piedad para con el vencido. Las guerras bismarckianas fueron tres en siete años: la de 1863 ...
... la fuerza espiritual que mueve montañas. Así como había abandonado su carrera, movido por la piedad hacia sus compatriotas, esclavizados y maltratados, abandona ahora el desierto y hasta su familia ...
... hasta La Meca y Medina. Por su parte, Congo Musa y su séquito asombraron a los cairotas por su piedad y liberalidad. El curso del oro siguió siendo bajo doce años después del paso del soberano Mali ...
... 1808 vivía de un sueldo anual de mil francos como empleado en el Monte de Piedad de París. Un día pudo escribir, sin avergonzarse de sus prodigalidades: “Hace dos semanas que no como más que pan ...
... , la situación se invirtió: en numerosas regiones fueron las poblaciones musulmanas las que soportaron matanzas sin piedad.Sin embargo, y a pesar de este cúmulo de tragedias, la guerra seguía su curso ...
... elefantes.Narathihapati (1254-1287) consumó la ruina del Imperio. Su orgullo era desmesurado, y su piedad, simple ostentación; su conducta arbitraria y brutal indignó a sus vasallos. Una vez concluida ...
... elevadísimo, igual a los apóstoles (isospostolos), quedando muy por encima de los demás hombres, que le deben piedad, devoción y obediencia ciega. Asimismo, en el mecanismo imperial los cargos ...
... pasado quinientos o seiscientos años y el rey de Asiria no muestra aún el más leve sentimiento de piedad. En sus escritos dice: “Yo teñí los ríos de color de sangre y saqueé el país”. En Egipto ...
... de tales conclusiones– de que, en el seno del liberalismo económico, el juego, sin tregua ni piedad, de la competencia y la concurrencia entre las distintas ramas de la producción y del control ...
... trataban de hacer comprender que el hombre tiene en sí mismo suficientes fuerzas de amor, generosidad y piedad, capaces de oponerse a las de crueldad y egoísmo. Así se definió su doctrina del hombre ...
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