... , obtendremos una nueva serie de soluciones. Por ejemplo, tomando decir, suponiendo que a 3, b 5, c 4, d -6) z , t , los valores x 20r 2 + 10rs – 3s 2 y 12r 2 – 10rs ...
... llamado Cuervat& 243;n, vecino m& 237;o, pues ten& 237;a pensado darle un tiento al siguiente d& 237;a, aunque las cantidades adeudadas sub& 237;an al s& 233;timo cielo. Yo le promet& 237; interceder ...
... o dijo de los peligros de la convalescencia y de si los pulmones estaban así o asá. Transcurrió el día con esperanza; D. Tomé molestado a ratos por una tos ronca y dolores vivísimos en el pecho; Leré ...
... ellos , ¿quién dijo miedo? ¡Qué contrariedad D. Federico no estaba en la casa. Había ido al teatro ... un escrito puesto por don Manuel Cortina o D. Joaquín Francisco Pacheco......
... , empezó a frecuentar la casa, y lo mismo hizo D. Simón Arístides, que alcanzó de Ángel el beneficio ... mal al elemento levantisco. Lo que me decía D. Juan Prim cuando la...
... corrección de su hija. Antes de la tremenda crisis D. Juan había tratado de reducir a Dulce ... Dulce reclinando su cabeza en la almohada y mirando fijamente a D. Juan. -Lo pasado,...
... B se encuentra a 40 km del cruce O, y la estación, D a 50 km. Admitamos que al cabo de x minutos los ... son x e y, tendremosx 2 + y 2 d 2Donde d es el...
... comendador MendozaJuan ValeraCon febril impaciencia aguardó D. Fadrique el plazo que el padre le había pedido ... , y la volvió a cerrar. No bien desapareció D. Fadrique, llegó la...
... Vida de Marco Bruto, cuyo autor es D. Francisco de Quevedo Villegas, caballero de la Orden ... viese la Vida de Marco Bruto que ha escrito D. Francisco de Quevedo Villegas, caballero de...
... milagro de Dios ha venido a quedar cesante en el último arreglo de la Casa Real. Pues bien: el seráfico D. Serafín, mi antecesor en este puesto, mi enemigo capital, a quien deseo mil años de cesantía ...
... literarias es don Antonio de Solís, un escritor oscuro y segundón. No tiene razón. Sí D’Annunzio, D’Aurevilly, Queiroz, Poe y hasta el viejo y frívolo Kock, pasando por la...
... recién puesto y de antiguo raído pantalón, D. Bartolomé Barrabás, el liberalote del país, ex ... os chicos de las calles ni a los holgazanes, como D. Bartolomé Barrabás. Iban...
... para encontrarla... O quiz& 225;s conf& 237;an en la acci& 243;n del tiempo, en mi cansancio. Esperan que me d& 233; por vencido, que desmaye mi voluntad... & 161;En qu& 233; error est& 225;n, Dios m ...
... Arcediano, a quien por mal nombre llaman Glocester, el Arcipreste don Cayetano Ripamilán, el beneficiado D. Custodio, y el propio Obispo de la diócesis, orador ardiente y asceta. Pronto vemos aparecer ...
... amos a contar las faenas del día. Doña Leandra no cesaba de rascarse la cabeza, lo mismo que D. Bruno, pues a entrambos les picaba bastante. De la cocina de la casa venía un olor fortísimo de fritanga ...
... farmacia, y yo... Pero me callo, que las buenas obras piden olvido. -Pues hay más, mi querido patrón, señor D. Ángel. Hoy está de Dios que sea día de maná. Me paso por casa de los Illanes y... oiga ...
... de la mesa y a instancias de Sol Villarreal, se había levantado el viejo poeta del pueblo, D. Sebastián, para leer un romance compuesto en loor de Gabrielito. Claro es que se reclamó a éste a primer ...
... m& 225;s se har& 225; m& 225;s adelante. Acompa& 241;ad a la desgraciada hija del gran D. Pablo, y alegrad sus tristes horas. Adi& 243;s, dad otro abrazo a Andr& 233;s Mariju& 225;n, a quien ...
... después de ella. No pocas veces fue también D. Ángel, y una de las mañanas más frías de Marzo ... bien la dentera que le causaba el verle en manos de D. Juan Casado. A los graves...
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