... n: allí han reñido muchas batallas los moros entre sí, y los moros con los cristianos: allí revistaban sus huestes D. FERNANDO y DOÑA ISABEL: allí hubo, en aquel tiempo, de día y de noche, citas ...
... 237;a azul, otra encarnada... Eran peque& 241;as banderas, a cientos, a miles, que se estremec& 237;an d& 237;a y noche con la tibia brisa impregnada del sol, con el hurac& 225;n acuoso de las ma& 241 ...
... españoles del siglo XIX - Tomo IIde Manuel Ovilo y Otero ORIOL MESTRES (D. JOSÉ), ARQUITECTO. Es director de los caminos vecinales de Barcelona, uno de los que mayor reputación han alcanzado ...
... era florentino y como médico, carísimo, aunque su paciente fuese papa. También pudo conocer a Ceceo d’Ascoli, astrólogo en jefe, quemado luego por la inquisición florentina. Es importante indicar ...
... arte de urdir mentiras, como se retiró, por idéntica causa, otro abogado, el sabio naturalista D. Augusto Linares; pero se me ocurre recordar que el defensor del energúmeno Troppmann, cuyos crímenes ...
... Suiza, 13-IX-1565). Polemista protestante. Terminó sus estudios en París, donde conoció a Le Fèvre d’Etaples y tomó contacto con las nuevas ideas reformistas. Fue amigo de Calvino y Zwinglio. Hombre ...
... a la que parecía ser su mujer:-Pues hay sospechas de envenenamiento: no lo dudes. Me lo acaba de decir D. Mateo. ¡Desdichada mujer -¡Qué horror Ya me lo he figurado también -contestó su consorte ...
... . Para brillar en artes o ciencias no es necesario ser benedictino. La tutela que me delegó el buen D. Matías, yo la devuelvo a tus padres, que la ejercerán con más fruto que yo. En Italia te pierdes ...
... y una porción de letras mayúsculas, que Aguadet no sabía lo que significaban (v. gr. Ll D. B. A. DD. etc., etc.), y que se ofrecían por poco dinero para casa de los padres, como nuestras amas de cría ...
... volvieron hacia un hombre,que Julián reconoció al punto: era el señor Nerval, el presidente delConsejo d Ministros, a quien había visto en el baile de los duques deRetz.Al cabo de un cuarto de hora ...
IntroducciónEl infante D. AlfonsoTRAS la conquista de Granada, Isabel se muestra satisfecha y se concede un poco de reposo. Se viste con bellos trajes y abandona para siempre la gastada camisa con ...
Crónica del reinado de Carlos IXde Prosper Mérimée XXVI - El ataque«Dead, for a ducat Dead »(Shakespeare: Hamlet)Una lluvia fría y fina que estuvo cayendo toda la noche cesó por fin en el instante ...
... mucho más fácil de resolver, puesto que para solventarlo el mejor camino es el de ir in situ.D. José Echegaray que tanto hizo por despertar amor y entusiasmo por la ciencia en general y la matemática ...
... -& 161;C& 243;mo, la Merced & 161;Se atrever& 225;n a ello -exclam& 243; Xim& 233;nez de Azofra, d& 225;ndose un golpe en el brazo de la silla-. & 161;C& 243;mo & 191;Se atrever& 225;n a derribar ...
... de 50Don Álvaro o La fuerza del sinononeDRAMA ORIGINAL EN CINCO JORNADAS, Y EN PROSA Y VERSOAL EXCMO. SR. D. ANTONIO ALCALÁ GALIANO en prueba de constante y leal amistad en próspera y adversa fortuna ...
... bien común. Por tanto, la justicia legal tiene mayor razón para ser virtud general que la piedad. D) - La obedienciaIbídem, cuestión 104, artículo 1, en el cuerpoTal como las acciones de las cosas ...
Gotas de Sangre (Crímenes y criminales) de Luis Bonafoux La Muleta del ajenjoEl bandido Pradines, cuya posada de Langon se conoce en Burdeos con el nombre de Posada sangrienta, por los numerosos ...
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