... Rojas le dispararon ocho tiros en las piernas, de los que acertaron cuatro. Le dejaron tumbado en la acera a menos de cien metros de la redacción central del diario, en Milán. En marzo de 1989 ...
... es aquí? le pregunta, con voz desabrida y seca, un dependiente, empujando a la niña hasta la acera.–¡Déjeme usted ¡Si es que estaba mirando aquella muñeca –¡Vaya Retírate pronto y deja libre ...
... corresponda convenir con todo ente. Este algo es el alma que, como se dice en el libro III de Acera del alma, es, de algún modo, todas las cosas. Pues bien, en el alma hay facultad cognitiva ...
... . Se puso el abrigo de piel y el sombrero y salió al vestíbulo. Luego se detuvo, al oír en la acera los pasos lentos y pesados del policía y ver en la ventana el reflejo de la linterna sorda. Esperó ...
... tuvimos que quedarnos en la Puerta del Sol. Una de las oscilaciones del gent& 237;o nos llev& 243; hacia la acera que hoy une las calles de Espoz y Mina y Carretas; otra oscilaci& 243;n nos arrastr ...
... progresión hacia el contacto inmediato y vivencial con las cosas mismas, hacia la intelección absoluta que acera el carácter y la fuerza de la acción, hacia la entrega expansiva al mundo». El tono ...
... soñando en mitos imperialistas, evocando añejos resplandores de nobleza, en tanto que en la solitaria acera el farolero con su pértiga coronada de una llama violeta, encendía el farol verde del gas ...
... en el centro de la población.Era una covachuela a más bajo nivel de la calle, que tenía unos escalones desde la acera. En elescaparate, ancho y de poca altura, se veían fanales de barco, rodeados ...
... , sofocante, gelatinosa, podía mascarse. El agua barría las calles que eran de arena. Para pasar de una acera a otra se tendían tablones, a guisa de puentes, o se tiraban piedras de trecho en trecho ...
... , el hombre de la Puerta del Sol, eraindudablemente el más conocido. No había mas que preguntar por él enla acera del café Oriental, en cualquiera de esos clubs al aire libre que enla Puerta del Sol ...
... significación desconocida. Me entretenían los simones, la gente dominguera que por las tardes invadía la acera de enfrente, pollería de ambos sexos, alquiladores varios de las sillas de hierro. Pasaba ...
... de la calle Corrida, dando «los codazos que daba Mesalina» en las estrecheces de la acera, delante de Colón. De noche, ya se sabe: en las catacumbas de Dindurra, esto es, en el teatro Cómico ...
... han echado igualmente su público á la calle.Nuestro grupo queda indeciso en una acera del bulevar, mientras se desliza en la penumbra la muchedumbre que sale de los espectáculos. Los faroles ...
... soñando en mitos imperialistas, evocando añejos resplandores de nobleza, en tanto que en la solitaria acera el farolero con su pértiga coronada de una llama violeta, encendía el farol verde del gas ...
... en el rostro la impresión de un surtidor de partículas mojadas. Era que un tísico plantado en la acera de Gobernación había tosido y expectorado cerca de nuestro curioso explorador.¡Qué horror ...
... ladrillo a don Francisco Chico, desde el primer piso bajando del cielo, yo estaba en la acera de enfrente hablando con mi comadre la Venancia, que tenía cacharrería donde hoy están los talabarteros ...
... a seguirme, cuando una mujer pasó frente a nosotros como a diez pasos de distancia... Cruzaba de la acera de San Martín a la de San Ginés, y nosotros íbamos ya muy cerca de la iglesia de este nombre ...
... EL AÑO DE GRACIA DE MIL CUATROCIENTOS Y DOCE.Uno de los vecinos que con más frecuencia paseaba por la acera de lamuralla era un señor viejo, llamado don Fermín Soraberri. Durantemuchísimos años, don ...
... través de los fiacres y los ómnibus.De noche en la Taverne Royale o en Maxims, que arrojaban sobre la acera sus luminosas manchas rojizas, se veían algunas cocotas de desecho en compañía de españoles ...
... sé. Mañana... Bueno, adiós, adiós. ¡Vivimos días terribles Y, separándose del coche, subió a la acera.Natacha volvió a asomar la cabeza por la ventanilla y le miró largo rato con una sonrisa tierna ...
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