La Divina ComediaEl Paraíso: Canto VIIIde Dante Alighieri Solía creer el mundo en su peligroque la bella Chipriota loco amorirradiase, girando en su tercer epiciclo;pues no sólo honor le dabande ...
... en carácter, con cierto desaliño artístico, la melena revuelta y ondulante, por pluma una saeta con cascabeles, la boca sonriente y los ojos chispeantes; y éste y el otro, y todos los hombres ...
... aguardaban que arrojase en cada palabra un rayo, oyeron una yotra chanza; y en vez de una envenenada saeta en cada razón, comenzó un lindo humor aentretenerse desta suerte:—Venid acá, Pesares ...
... horas Esa, esa es la mujer que yo busco -exclamó Manrique-; y se lanzó en su seguimiento, rápido como una saeta.Llegó al punto en que había visto perderse, entre la espesura de las ramas, a la mujer ...
... del suelo y se marchó con aire lamentable, rascándose el trasero. Después atravesó el espacio como una saeta, y no tardó en volver, pasada una hora, con su carga a cuestas.Y la princesa, dormida ...
... de perseguir sin dilación al mensajero. Pero ya el insurgente había dejado atrás Tacubaya y como una saeta iba por el camino de Toluca, en derechura del Monte de las Cruces. Selección de cuentos ...
... no sale del aposento de su ama, escudo que no deja que me pase el corazón la dura saeta de los celos.-Pues ¿qué piensas hacer con el imposible que se te ofrece en la conquista desta Porcia, desta ...
... los montes inmediatos, se parecía al arco de un flechero cuando tira éste de la cuerda para disparar la saeta.El centro de las falanges castellanas era conducido por el príncipe de Viana, y al frente ...
... consienta por ninguna calidad en que me conviertan en cuervo, como al rey Artús, porque puede tocarme una saeta, o por lo menos una posta. Mas dígame vuesa merced, ¿piensa de veras que son príncipes ...
... , y desconcertado al narigudo, que era un tal Segismundo Fajardo. Mas no tardó en rehacerse soltando otra saeta, a la que Iberito contestó con despejo y acritud. Ya se iba caldeando el diálogo ...
... LorcaBaladilla de los tres ríos - Poema de la siguiriya gitana -Poema de la soleá -Poema de la saeta -Gráfico de la Petenera -Dos muchachas -Viñetas flamencas -Tres ciudades -Seis caprichos -Escena ...
... ; también se vio en el mismo lienzo arder la isla de Policarpo, a Clodio traspasado con la saeta de Antonio y a Cenotia colgada de una entena; pintóse también la isla de las Ermitas, y a Rutilio ...
... , exclamó con viveza el caballero; cada ventana, cada claraboya va a servir de blanco a los flecheros, y una saeta disparada al azar...-¡Oh Dios , yo la bendeciría..., dijo la noble virgen en voz ...
... en este momento, serán con armas blancas. Unos y otros apelarán a la espada, a la lanza, a la saeta, como antes que Eulame trajese los inventos de los Hombres-Montañas, y en esta lucha de músculos ...
... , pero..., ahora estamos a punto de asombrarnos de verdad. Cerca de las nueve, de pronto se rasgan las nubes y una saeta de luz de sol hiende la tibia atmósfera y recorre lentamente las filas de damas ...
... LorcaBaladilla de los tres ríos - Poema de la siguiriya gitana -Poema de la soleá -Poema de la saeta -Gráfico de la Petenera -Dos muchachas -Viñetas flamencas -Tres ciudades -Seis caprichos -Escena ...
... por la doble fuerza del viento y las aguas; la sumaca pas& 243; por all& 237; como una saeta, evitando el escollo de la punta del Buceo, y deslizose casi descubriendo la quilla, dominada a lo lejos ...
... m& 225;s aguda, y penetraba en el cerebro del infeliz y ya aturdido cl& 233;rigo como una saeta. Pero de repente transformose el rostro de aquella mujer, mud& 225;ronse los pla& 241;ideros sollozos ...
... lo de «me abraso», trataba de «penar», ofrecíame por esclavo, firmaba el corazón con la saeta... Al fin, llegamos a los túes, y yo, para alimentar más el crédito de mi calidad, salíme de casa ...
... súplica.61 —¡Artemis, venerable diosa hija de Zeus ¡Ojalá que, tirándome una saeta al pecho, ahora mismo me quitaras la vida; o que una tempestad me arrebatara, conduciéndome hacia las sombrías ...
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