... a mí me destetaron los ciclones, y en mi biberón no había leche, ¡yema sino agua salada con gotas... de sangre humana. Con aquel ten con ten, me hice de bronce, y ya me podían echar desgracias ...
... cara del buzo tenía extraña palidez, y se le vio caer sobre la cubierta del buque: le brotaba sangre de la nariz y de las orejas. Se agitó durante breves momentos, y luego dejó de moverse. Los negros ...
... sus primeras palabras la atenci& 243;n del auditorio-; me ponen en ascuas estos pr& 237;ncipes de sangre Real que se enamoran locamente de la Rep& 250;blica. & 191;No os dice nada el ejemplo de Luis ...
... que así lo traiga al retortero? -Serán aprensiones, pero yo creo que lo llevamos disuelto en la sangre y que a lo mejor nos trastorna. -No lo dirá usted por nuestra tierra. Allá no le vemos la cara ...
... había tenido un ensueño cruel; una de esas pesadillas mortales que paralizan el curso de la sangre y oprimen las funciones del corazón transido.Estaba celosa...Cesó el preludio, y varios instrumentos ...
... vecinita. Sus gritos fueron entonces más lastimeros y, llevándose una mano a la frente, la retiró teñida de sangre. No sé lo que pasó por mí; tuve vergüenza de haber maltratado a aquel ser débil e ...
... & 237;n, tuvo una r& 225;pida visi& 243;n de la edad futura, visi& 243;n de sangre, llanto y desconsuelo; pero crey& 233;ndola hechura del pesimismo que todos los espa& 241;oles del siglo XIX llevamos ...
... pelo azulado de puro negro, muy aceitoso, recogido en castaña, con su peina de cuerno y su clavel sangre de toro; los dientes y los ojos, brillantes, por contraste con lo atezado de la cara; la frente ...
... tan sólo obsequiaría a cuatro amigos, y que sin abandonar su taller, trataría de ver qué sabor tiene la sangre del pueblo. Después nombró Miquis a la ingrata, y oído su nombre, se puso tan serio ...
... se veía la mano dura; pero su acción la sentíamos todos. El carnaval revolucionario con chafarrinones de sangre y fuego se acababa pronto. Los Dioses, envidiosos del Hombre, lo reducían a breves horas ...
... estallado allá. Los bravos habitantes de la capital belga, que tenían, sin duda, la sangre un poco pesada, necesitaban entrar en calor antes de ponerse en movimiento. La curiosidad de lo que tal vez ...
... .- ¡Oh h. de p..., compuesto de locura y majestad, por esta flaca carne y corrompida sangre, (poniendo la mano sobre Dorotea) ¡bien venido seas DOROTEA.- ¿Cómo, gordo indecente? ¡Te desprecio ...
... granadas entreabiertas, caras de rubíes encerradas en membranas de plata, sois gotas cuajadas de una sangre virginal ¡Oh granadas de piel fina, senos de adolescentes erguidas que adelantaran el pecho ...
... del abad de Benedictinos la cruel máxima de que la letra con sangre entra no he vuelto a temblar nunca, excepto cuando me acuerdo de la sangre fría y cachaza con que ponía en...
... Santa Rita, lo más que irás será al Tercio, y para eso te faltan arrestos... Una oleada de sangre empurpuró el rostro del chiquillo, y hasta en el jaspe de los ojos puso vetas de coral, que hicieron ...
... palidísimo; sus negros ojos lanzaban destellos de ira y habíase mordido los labios hasta hacerse sangre.No era de los que podían esperar con calma al mayor.Me gustaba ver a Kulíkov en semejantes casos ...
... y Avemarías. A poco de esto vimos por la reja que traían a Ventura vivo, aunque manchadito de sangre; me puse a chillar con fuertes alaridos, y los carceleros se apiadaron de mí, permitiéndole ...
... n venido, Tello.TELLO¿Cómo, señor, si he tardado?¿Cómo, si a mirarte llegohecho una fiera de sangre?¡Traidores, villanos, perros,volved, volved a matarme,pues habéis, infames, muertoel más noble ...
... cogió el lápiz y escribió.Entonces pudo verse aparecer bajo las blancas vendas unas gotas de sangre que la presión de los dedos sobre el lápiz dejaba escapar de las carnes abiertas. El sudor perlaba ...
... intervención la gran poetisa mostró su «agradecimiento de que España aceptase mezclar su sangre con la de los indígenas». Pero allí se encontraba don Miguel de Unamuno, nuestro paradójico filósofo ...
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