... de lado con destreza, mir& 243; el terreno que quedaba a sus espaldas, escudri& 241;ando a lo lejos todo el semi-c& 237;rculo que formaban las lomas o cuchillas. Ning& 250;n ser humano se ve& 237 ...
... llegaba a los pies de Quintanar arrancando chispas de los abalorios y cinta dorada de las babuchas semi-turcas. El carpintero silbaba, el tordo, el mejor tordo de la provincia, que Quintanar llevaba ...
... luego por los instintos locales, lo mismo que un huevo de anfibio poderoso al calor de las arenas.Las indias semi-civilizadas, los zambos de indios, los cambujos constitu& 237;an una hueste numerosa ...
... .Efectivamente, no aparecía Porthos, porque entre él, Mosquetón y Blasoisestaba pasando una escena semi–burlesca, semidramática. Aterradoslos dos últimos por el ruido del agua, por el silbido ...
... descubiertos, agitados y sin saber qué decirse. Llenaba la gruta el vaho poderoso de la robusta vegetación semi-palúdica, y el sofocante ardor de un día canicular. Fuera, seguía cayendo con ímpetu ...
... te quiere?... di, ¿quién te quiere mucho? ¿Quién? -Tú no me quieres, mamá. Tú no me quieres -articulaba él semi-risueño, reclinando la cabeza con deleite en aquel seno y hombros que cobijaron ...
... y la hipertrofia de los labios, gozaba mucho de la fiesta, y se sonreía con la sonrisa inocente, semi-bestial, de los bobos de Velázquez. Guardiana no se mostró muy comedora: los mejores bocados ...
... clave que sin duda es la del do que es la mas monótona que puede: y nunca se vale de fusas ni semi fusas; así es que sus discursos son interminables. El que metido en el fondo de una tribuna oiga ...
... , sabiendo que no es bien muy seguro el que se puede perder cuando cualquier cosa se arriesga. Esta especie de semi-escepticismo burlón (respecto de las cosas temporales, por supuesto) servíame ...
... , lo cual le contrarió: era la del ósculo de acatamiento que le daban por primera vez una impresión semi-angustiosa, y al mismo tiempo fuerte, atractiva como la del juego y la del peligro. -Miraya ...
... y negociaba sus ganados, bien a lo largo de las corredoiras, cuando regresan juntos cuatro compadres semi-chispos, tan dispuestos a alumbrarse un garrotazo como a reírse mutuamente las gracias ...
... efigie de un santo doctor bajado de los altares, y as& 237; sus palabras ten& 237;an una autoridad semi-divina. Hablaba dogm& 225;ticamente y no admit& 237;a r& 233;plica. Era obispo y aragon& 233 ...
... en, juzgado por un juez de instrucción de excesiva estupidez, sobre la base de la acusación de una joven semi idiota quien acusó al doctor de haber cometido una operación ilegal sobre ella por treinta ...
... a tal nombre respondía el soldado. Pálido, con la palidez sana, caliente y marmórea de las razas semi-africanas; de negros ojos, fogosos, largos y brilladores; de facciones correctas, espesa barba ...
... humana. Fascinado y sorprendido estaba el público. Un joven con su palabra arrebatadora, don semi-divino en que concurrían la elegancia de los conceptos, la audacia de las imágenes y el encanto físico ...
... ansias. Si estás en la Eternidad, allá iré yo contigo...». Pasado algún tiempo, cuya duración el durmiente o semi-despierto no podía precisar, la imagen de Teresa se desvaneció. Santiago repetía ...
... los mosaicos del piso: rosetones rojos, rayas verde y naranja. Luego corro por la escalera semi-oscura hasta el cuarto donde me esperan. Agazapada observo las letras negras de la puerta; leo: “pia ...
... mi gusto, los bautizaré o nos los bautizaré, y los cortaré el pescuezo el día que se me antoje...¿No es esto ser un semi-Dios?¿Qué me falta?Crear la materia; la parte vil del universo, y haberme ...
... efigie de un santo doctor bajado de los altares, y as& 237; sus palabras ten& 237;an una autoridad semi-divina. Hablaba dogm& 225;ticamente y no admit& 237;a r& 233;plica. Era obispo y aragon& 233 ...
... de amigos que, por lo mismo que lo son a prueba, rara vez están de acuerdo unos con otros. En estas reuniones semi-públicas, nunca faltan allegados que, aunque en segunda fila, toman parte, siquiera ...
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