... & 243;n en la pata de la mesa cercana. El grosero y pegajoso cortesano hab& 237;a resuelto quemarme la sangre u obligarnos a Pipa& 243;n y a m& 237; a que habl& 225;semos en su presencia.Resist& 237 ...
... ,ven, condúceme al Jordán.Patriarca solitarioque entre silicios y abrojosriegas la flor del Calvariocon la sangre de tus ojos;tú, que pasas noche y dÃaen cristiana adoración,purifica el alma mÃacon ...
... como por su honor.No quiero, no obstante, que en el caso presente lo publique un escándalo, pues la sangre nada lava, nada borra, y mancha la conciencia; tampoco quiero que lo disimule una hipócrita ...
... rey ciñese la corona. Carcomida de envidia y, acaso, temerosa de bañar otra vez sus manos en sangre, se habÃa retirado al Castillo de Corfe, en el condado de Dorset. Un dÃa que Eduardo se entretenÃa ...
... cuanto fuese posible. «Todo lo que aquà mira vuesa merced, es pura devoción, dijo: detenga el brazo, y no derrame sangre inocente. -¿Devoción cargar con esta caterva femenina?, replicó don Quijote ...
... y oros; Amor que da el clavel, la flor extraña Regada con la sangre de los toros; Flor de gitanas, flor que amor recela, Amor de sangre y luz, pasiones locas; Flor que trasciende á...
... Habrá alguien en el reino capaz de sostener que puede haber dos personas, no siendo de la misma sangre y nacimiento, tan extraordinariamente iguales? Y aunque asà fuera, milagro más extraño serÃa ...
... gracias a los cuales se elimina la enorme cantidad de ácido producida por los músculos y vertida en la sangre. La sed vacÃa los tejidos de su agua. El ayuno moviliza las proteÃnas y las materias ...
... ... & 191;Qu& 233; hab& 237;amos de hacer? Hemos tenido que seguirles para evitar el derramamiento de sangre. Y Alag& 243;n repet& 237;a: & 161;Pero ustedes .... Mi General -se aventur& 243; a decir ...
... , ¿hemos de armar otra guerra civil por esas dichosas llaves? ¿No derramamos bastante sangre en la primera, para defender tus derechos y asegurarte en el Trono?... ¡Y los vencidos en aquella lucha ...
... amor de Dios y de la paz, dejadnos ir nuestro camino. No queráis que manche mi alma con la sangre de un sacerdote del AltÃsimo. -Mozo atropellado -respondió el monje, que no respetas ni la santidad ...
... peso del acero y cayeron de las manos como in& 250;tiles instrumentos las armas ya melladas, chorreando sangre todav& 237;a. Por suerte el exterminio s& 243;lo alcanz& 243; a una parte de la indomable ...
... . Hay en los claustros un ansia de acción indescriptible; la savia hirviente de la juventud irrita la sangre, empuja, excita, enloquece. Se sueña con grandes hechos; la lucha enamora, porque implica ...
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadÃstica en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información