... a la míaformé la cuerda necesaria para la aventura. Después de tirar el fusil que encontramos enel abismo, sujeté aquella cuerda a los arbustos, y me dejé caer rápidamente, procurando,con el vigor ...
... ... y la trampa si a mano viene; aquellas patillas habían subido, tocado las nubes, y en el inmenso abismo hundían los lacios hilos grises de sus puntas. ¡Rayo en ellas Bonis, que amaba las letras ...
... , al emparejar los caballeros con él, hundió la espada en el pecho del caballo que venía de la parte del abismo; vaciló este por un instante y cayó rodando de peña en peña con su jinete desventurado ...
... de mi perdición y mi abandono.Durante una noche y un día enteros estuve en lucha contra el abismo. El viento y las corrientes me arrastraron a las orillas de una isla escarpada, cubierta de plantas ...
... que yo he sabido que eres una buena lanza, 555& 160;& 160;& 160;& 160;un crisol de la verdad, un abismo de elocuencia, un imposible de ciencia, un archivo de lealtad. MARFISA& 160;& 160;& 160;& 160 ...
... , al emparejar los caballeros con él, hundió la espada en el pecho del caballo que venía de la parte del abismo; vaciló este por un instante y cayó rodando de peña en peña con su jinete desventurado ...
... humana, sea ella lo que fuere y esté ono destinada a desaparecer. Y hemos llegado al fondo del abismo, al irreconciliable conflicto entre la razón yel sentimiento vital. Y llegado aquí os he dicho ...
... iniquidades, y el Señor ha permitido a este Faraón que nos persiga; pero sus carros se hundirán en el abismo del mar y no quedará rastro de él ni de sus huestes.»Dichosa tú, hija mía, una y mil ...
... esperanzada a un general. Puente sobre el abismo Aguinis trata de establecer un diálogo con ... 1998.Carta esperanzada a un general: puente sobre el abismo. Buenos Aires:...
... alma. La vi, me aluciné, y ella llenó mi alma en el lugar tuyo. Hoy, cuando ella me abandona, el vacío, el abismo y la soledad que siento me aterran. »Pensamientos impíos nacen en mí. Veo patente ...
... a los acantilados del canal, fin de las cosas —abismo y precipicio donde la ciudad y el mundo se ... del Oeste cubrió la campiña con su brillo. El abismo era un hirviente caos de...
... presente, sin luz para el porvenir; será taparse los ojos, bajar la cabeza y arrojarse a un abismo sin fondo. La religión católica nos ofrece cuantas garantías de verdad podemos desear. Ella, además ...
... un solo lío con los objetos no frágiles, y después de bien amarrado el paquete, se le dejó caer en el abismo.Oí el sonoro zumbido que produce el desplazamiento de las capas de aire. Mi tío, inclinado ...
... 233;cil -exclam& 233; con exaltaci& 243;n, y pose& 237;do ya del v& 233;rtigo que a la vez el abismo y la muerte produc& 237;an en m& 237;-. Tu alma de verdugo es incapaz de comprender una acci& 243;n ...
... ue con la misma serenidad se baten contra treinta hombres o ascienden una escala, colocada al pie del abismo, para platicar con la reina de sus pensamientos a la pálida luz de la mensajera de la noche ...
... , ya fatigada y sin respiraci& 243;n? & 191;Ver& 233; un valle risue& 241;o, o un negro y espantable abismo? Ya poco me falta para dominar la c& 250;spide. No s& 233; qu& 233; me pasa. Este pe& 241 ...
... barón, yaces en ociosas tablas mientras do quiera retumba el estruendo del combate?-¡Espíritus del abismo , exclamó el hostigado caballero enarcando las cejas y con crujimiento de dientes; volvedme ...
... , los cortantes peñascos que habían de recibirla y destrozarla, y sintió el frío ambiente del abismo... Un brazo la cogió por donde pudo, por la ropa, acaso por las carnes, y la sostuvo y la levantó ...
... su ligereza pasándonos por la proa a lo mejor Nieves los admiraba, y hasta los temía al verlos surgir del abismo junto al carel, volteando como pedazos de rueda negra con aguzadas cuchillas de acero ...
... del suelo amoroso que todavía la dominaba, o de su inocencia que no la permitía sondear la profundidad del abismo que se abría a sus plantas, ora de su vehemente pasión, ya del gozo de volver a verle ...
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