... al balcón-. ¿Cree usted que no son dignos de envidia esos árboles? TenÃa en efecto el huerto, a semejante hora en que declinaba el sol, cierta beatitud voluptuosa, cual si gozase un sueño feliz ...
... eso, ni leerÃa, ni se fijarÃa y más que mala, más que perra se portara, yendo a negarle su firma por semejante bicoca ... Era indudablemente un buen golpe el suyo, se decÃa Genaro con Ãntima alegrÃa ...
... , y he querido tenerlas al alcance de mi mano, pues ningún rey de la tierra puede ostentar semejante ornamento en su palacio. He preguntado su precio, y me ha dicho la anciana: "No puedo venderlas ...
... dictado mi conducta". Y le dije: "¡Sea Pero ¿puede haber un motivo justificado para semejante negativa?" El me contestó: "¡SÃ, por cierto Un juramento no puede en ningún caso declararse nulo ...
... , mientras abandonaban el ajedrez como una frivolidad. No hay duda de que no existe ningún juego semejante que haga trabajar tanto la facultad analÃtica. El mejor jugador de ajedrez del mundo ...
... Falces, que en un punto estuvo que apretase a correr, pose& 237;do de un p& 225;nico semejante al que sinti& 243; en la batalla de Arquijas. Como el buen Pitillas era tan cegato que no ve& 237;a tres ...
... ve& 237;a por vez primera. No se crea que era la mansi& 243;n de Celestina ni otra semejante. Algo se celestineaba all& 237;, es cierto, por bajo cuerda, y m& 225;s que algo se le tiraba de la oreja ...
... ¡nto debÃa ganar un paÃs con el experimento de Barbicane y los beneficios que producirÃa un cañonazo semejante. Tejas perdÃa por la elección de Barbicane un vasto centro de comercio, un ferrocarril ...
... y le anunciaron al señor Morrel.Otro cualquiera se hubiera alarmado con el solo anuncio de semejante visita; pero el sustituto era un hombre superior, que tenÃa, si no la práctica, el instinto ...
... enormes patas, largo cuello, plumaje blanco y rosa y cierto aire misterioso, semejante al de los ibis de Egipto, Tonet se empeñaba en que Cañamel lo hiciese disecar en Valencia, para su dormitorio ...
... follón?, exclamó don Quijote, saltando de ira, ¿hay quien pague tal tributo a semejante ladrón estrafalario? ¿Conque habremos de cerrar a trasquilones con más de una reina para hacerle cinchas ...
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