... fuerza de mi querer, sucede. ¿Me entiende?». -ExplÃquese mejor, amigo.-Pues libre estoy rabioso, como rabioso estuve preso, porque no me ha salido la cuenta. Yo querÃa la libertad;...
... dardos mis uñas, que más os valiera haber topado con las de un oso hambriento de los de esta sierra, o las de un rabioso lobo de los que la hambre misma suele traer a aullar de noche a las huertas ...
... en unas botas altas, arrugadas, de vaca, salpicadas de barro. La corbata era de lazo, de color rabioso, flotante; de reloj y cadena, ni señal. -¡Maldito -murmuró, sonriendo a pesar suyo Felipe ...
... al mozo y volvÃa a salir con una ansiedad loca, sintiendo un vacÃo en el alma, rabioso de no encontrar un conocido. Pasaba por lo de Carlota, iba a la iglesia, a todas las partes en que suponÃa ...
... hay falta de formalidad? (No, no.)& 187;Repito que yo no vengo aqu& 237; a proclamarme revolucionario rabioso. No soy ni siquiera revolucionario. Mi sistema pol& 237;tico se funda en un orden perfecto ...
... el fondo de su barquito el paquete de ropas, del cual comenzó a salir un llanto desesperado, rabioso; y cogiendo la percha, pasó el canal con una velocidad loca. Perchaba furiosamente, como espoleado ...
... . Quiere hacernos callar; encr& 233;spase el p& 250;blico como el Oc& 233;ano agitado por rabioso Noto; empiezan las pu& 241;adas, los dimes, los diretes, los ternos de piment& 243;n, las cant& 225 ...
... a Rafael. El nacimiento de sus tres hijos, las enfermedades propias de la infancia, el diente que apunta con rabioso dolor, el constipado que obliga a la madre a pasar la noche en vela y las est& 250 ...
... esposo honrado.Este atentado vergonzoso produjo en su pecho naturalmente un acceso de rabioso coraje, que su situación hacia impotente; en vano provocó con virulentos apóstrofes a aquellos desalmados ...
... Ayenza. La impiedad habrÃa mandado a un regalista; la ortodoxia manda al más rabioso de los ultramontanos. Los que tenemos memoria recordamos que en 1846, cuando se discutió en el Congreso la persona ...
... de bestia, la afianzó el otro hombro con un codo, y con las dos manos la garganta. Acudió asimismo el rabioso Saturnino, y la tapó la boca, tirándola con la mano izquierda de la deshecha cabellera ...
... ;sar sali& 243; de Italia sin poder verlo. Don Miguelito, luego de defender como perro rabioso los dominios de su amigo y se& 241;or, cay& 243; prisionero de los florentinos con otros partidarios de C ...
... entradas de los p& 243;rticos del Mercado Nuevo, con las chatas columnas pintadas de amarillo rabioso; en el lado opuesto, la calle de las Mantas, como un portal& 243;n de galera antigua, empavesada ...
... Pasteur, que en julio de 1885 se la inyectó a un niño que habÃa recibido 14 mordeduras de un perro rabioso. El niño se salvó y, conocida la experiencia, el zar de Rusia envió a Pasteur 19 campesinos ...
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