... ;s sonre& 237;a tristemente, y yo sofocaba la risa.-Tambi& 233;n le dije que en el Pardo, para poder hablarme, te disfrazaste de duque, siendo tal el poder de la falsa vestimenta, que enga& 241;aste ...
... . Arias Navarro lee en su mesa del despacho el testamento político.La viuda de Franco abandona el Pardo.Pero no pasó nada. La Operación Lucero se limitó a la alerta, y terminó, como estaba previsto ...
- Capítulo XXIII -& 160;23Pág. 23 de 30Los Pazos de UlloaEmilia Pardo BazánEn el corazón de la tierna heredera de los Ulloas tenía el capellán, desde hacía algún tiempo, un rival completamente feliz ...
... -Hermosa Babilonia en que he nacido -Si al espejo, Lucinda, para agravios -Mientras el Austro rompe el pardo lino -Amor, no se engañaba el que decía -Lucinda, el alma, pluma y lengua mía -Don Juan ...
... -Hermosa Babilonia en que he nacido -Si al espejo, Lucinda, para agravios -Mientras el Austro rompe el pardo lino -Amor, no se engañaba el que decía -Lucinda, el alma, pluma y lengua mía -Don Juan ...
Capítulo XXIII& 160;24Pág. 24 de 39La TribunaEmilia Pardo Bazán El tentador Al descender de su observatorio, echados por las sombras de la noche, que envolvían el patio de la Fábrica y cubrían la ...
... :—Señor, ¿usted no me conoce?—No, señor..., no tengo el gusto...—Yo soy el que llaman Paco Pardo, el hijo de la Canóniga, ¿sabe?—Muy señor mío...—Y vivimos en aquella casa que se ve ...
... -Hermosa Babilonia en que he nacido -Si al espejo, Lucinda, para agravios -Mientras el Austro rompe el pardo lino -Amor, no se engañaba el que decía -Lucinda, el alma, pluma y lengua mía -Don Juan ...
... -Hermosa Babilonia en que he nacido -Si al espejo, Lucinda, para agravios -Mientras el Austro rompe el pardo lino -Amor, no se engañaba el que decía -Lucinda, el alma, pluma y lengua mía -Don Juan ...
Capítulo XIII& 160;13Pág. 13 de 15El tesoro de GastónEmilia Pardo BazánEl aro de oroPoco más de un mes estuvo en Madrid Gastón, y la tarde en que regresó, al ver a Telma que había salido a esperarle ...
... día que los estrena. Por un instinto del gusto, de que no se da cuenta, viste siempre de pardo, y en invierno el paño de sus trajes siempre es peludo. Los bolsillos de su americana, en los que mete ...
... detrás una ola de furiosos hijos de Adán discípulos de Cristo, hombres mil vestidos del pardo poncho, con los casquetes o roses echados atrás, y la fiera bayoneta relumbrante al sol, apuntando ...
... del mur& 160;085Pág. 085 de 112Libro de Buen AmorArcipreste de HitaDormía el león pardo en la frida montaña, en espesura tiene su cueva soterraña, allí juegan de mures una presta ...
- Capítulo XVII -& 160;17Pág. 17 de 30Los Pazos de UlloaEmilia Pardo BazánQue Máximo Juncal, ya que es su oficio, reconozca detenidamente la cuenca del río lácteo de la poderosa bestiaza, conducida ...
... de tropas; los haces de bayonetas brillaban al revolver de la marcha en las angostas calles; el color pardo de los ponchos se iba extendiendo y llenando calles y plazuelas, como sangre inyectada ...
... . Frente al enrejado altar del Cristo Tendido rezaba una mujer; un pordiosero con capa de paño pardo de remiendos mil se arrodillaba a la entrada de la capilla del Sagrario. Los acólitos, sacristanes ...
Capítulo III& 160;03Pág. 03 de 07Dulce sueñoEmilia Pardo Bazán Los procos - I -Episodio soñadoVolví de Alcalá con una venda menos en los ojos del alma. El caudal de la experiencia parece completo y s ...
Capítulo XIV& 160;14Pág. 14 de 15El tesoro de GastónEmilia Pardo BazánMiguelitoLoco ya, pero de contento, llegó el niño a Landrey a cosa de las once, acompañado de Colasa, encargada también de ...
Capítulo VII& 160;08Pág. 08 de 20Doña MilagrosEmilia Pardo BazánVolviendo a los terribles instantes en que perdí a Ilduara, diré que arrostro las burlas de mi siglo, -que pone en solfa el amor entre ...
... subía a caballo, le hacía temblar y orinar. Entendía bien cualquier clase de freno. Su vestido de monte era pardo y verde y morado. Las botas que calzaba habían de ser blancas, abiertas, abrochadas ...
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