... de mil ciudades. De ánimo en los trabajos no decaigas, que, cual odre flotante, entero y sano surcarás los mares. Que viene a ser lo mismo que, según se dice, profetizó más adelante la Sibila ...
... Elinor, etc.Las baladas inglesas se distinguen a veces por sus magníficos rasgos épicos y por un humor sano; los escoceses, por la salvaje fuerza descriptiva y un marcado sentimiento, ya sea de íntimo ...
... moral de Rosario. Supo apreciar aquella delicadeza de sentimientos, que aquilataba la esperada ventura. Sano, pero débil aún, ya nervioso, ya abatido, sintió a su vez deseo de envolver en el misterio ...
... inflexiones corporales que subyacen a la profesión del militar y que exigen un organismo sano. Apto, sí, para poner ese cuerpo al servicio del pensamiento, para una postura que se inclina ...
... tantas copas juntos, se dio sus ma& 241;as, y sac& 225;ndome del calabozo me puso salvo, aunque no sano, en la puerta de Zamora. & 161;Pobre Molichard, tan borracho y tan bueno Cip& 233;rez el rico ...
... como compañero y amigo afectuoso." Y el rey Yunán se acostó, muy alegre de verse con el cuerpo sano y libre de su enfermedad.Cuando al otro día, se levantó el rey y se sentó en el trono, los jefes ...
... ... Las apariciones son algo así como fragmentos de otros mundos..., sus ambiciones. Un hombre sano no tiene motivo alguno para verlas, ya que es, ante todo, un hombre terrestre, es decir, material ...
... recebido lisión ni daño alguno.Tentóse todo el cuerpo, y recogió el aliento, por ver si estaba sano o agujereado por alguna parte; y, viéndose bueno, entero y católico de salud, no se hartaba de dar ...
Cómo Lázaro se asentó con un buldero, y de las cosas que con él pasó. Tratado quinto& 160;06Pág. 06 de 08El Lazarillo de TormesAnónimoEn el quinto por mi ventura di, que fue un buldero, el más ...
... u madre asustado y como no podía explicarle la causa de su mal había preferido fingirse sano, y levantarse y salir. Las calles, las gentes brillaban a sus ojos como un resplandor amarillento de cirios ...
... a Venecia, antes de caer en manos de Francesco de Carrara. La República Serenísima decidió cortar por lo sano: Padua fue sitiada, y la peste asoló la ciudad. El último de los Carraresi aullaba e ...
... obra de Murner: Del gran necio Lutero, publicada en 1522).«Dios me dio un cuerpo sano hasta el año cincuenta de mi vida» —confiesa Lutero. A partir, sin embargo, de 1537, la enfermedad no le deja ...
... , y abrió el balcón.-Pero, Paquita, ¿todavía en la cama? -preguntó en el colmo de laestupefacción-. Eso no es sano.-¡Oh Si viera usted cómo he trabajado -replicó la baronesa,desperezándose-. Ayer ...
... ninguno llame a nadie diciendo: «Ola hombre honrado», porque nadie, mientras esté vivo y sano es honrado con ola, porque las honras se suelen hacer a un muerto, pero no a un oleado, que aún vive ...
... eh?— Firmes.El pobre Tellagorri se olvido de decir Pirmes, como hubiera dichoestando sano.— A esa sosa de la Ignacia --añadió poco después el viejo-- le puedes dar lo que te parezca cuando se case ...
... ecuestre, quedando con lospies en el suelo.Ricardo había hecho esto valiéndose de su brazo sano y sofocando eldolor que le causaban en el hombro herido tales movimientos. Sucaballo pareció reconocerlo ...
... ¡Capitán ¿Eh, Hunter, eres tú? -se oyó gritar. Corrí entonces hacia la puerta, y allí pude ver, sano y salvo, a Jim Hawkins, que trepaba por la empalizada.La isla del tesoro de Robert Louis ...
... gran copia de razones teológicas y morales, fundadas en el principio de mens sana in corpore sano: todo fue inútil. Sus palabras, oídas con respeto, no produjeron efecto. Elías decidió la cuestión ...
... después de un violento esfuerzo muscular, y la pregustación de un manjar delicioso, virgen, fresco, sano, que hace fluir de la boca el humor de la saliva, Manuela, antes de hincar el diente en la miel ...
... a gran ciudad de Nápoles. Yo volví a Barcelona, y allí me acomodé de lo que menester había; y después, ya sano de mis heridas, torné a seguir mi viaje, y, sin sucederme revés alguno, llegué a Nápoles ...
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