... portuguesa. Preguntó Auristela al portugués qué sentimiento había hecho la monja, dama del muerto, de la muerte de su amante, el cual la respondió que, dentro de pocos días que la supo, pasó desta ...
... Dyck entra en el taller de Rubens.Lope de Vega: La dama boba; Los melindres de Belisa; El villano en su rincón.Viau ... Calderón de la Barca: El alcalde de Zalamea;La dama duende.F. von...
... , en que se acabará el mundo... ¡Ah , la puerta del gabinete se abría... Isidora vio entrar una dama de cabello casi blanco, grave, hermosa, imagen de la dignidad y de la nobleza, como reina y madre ...
... corazones de los espectadores de la primera fila. El primer corazón por el que pasó pertenecía a una dama; sin embargo, en el primer momento creyó encontrarse en un instituto ortopédico, como suelen ...
... de las mujeres. 780& 160;& 160;& 160;& 160;Andad, Don Gaspar, a ver lo que escribe vuestra dama: podrá ser mienta la fama, que os ha obligado a creer & 160;& 160;& 160;& 160;bodas que os causan ...
... oír su nombre, la muchacha se mostró toda turbada y ruborosa.-¿Qué haces ahí, loca? -repitió la dama-. Coge a Lili y tráemelo... ¡Válgame Dios, lo que inventa esta criatura Miren dónde se ha ido ...
... cumplido. Por cuanto a Josefina, no había aparecido en el jardín.Complacióse Augusto de advertirla a la dama su solemnidad de reina triste, y prosiguió:-Lo hecho, amiga mía, es digno por mi parte ...
... sol, los ojos rojizos y sin cerco de pestañaje... Farnesio me ha indicado reiteradamente que necesito una dama de compañía. Le he contestado que, así como viví largos años en Alcalá sin ese apéndice ...
... de los clubes...». (Advertimos, para que el lector no extrañe la singularidad de este plural, que la dama, para explicarla, aseguraba que no decía clubs, por lo mismo que no decía candils, ni fusils ...
... su inscripción:Para eterno ludibrio y vergüenza del traidor Corfitz Ulfeldt».-¿Dónde está ahora, la noble dama? ¡Hu-uihu-ui -silba el viento con voz de nieve-. Lleva ya muchos años en la «Torre ...
... regresara. Y con tal disposición de ánimo se encaminó a Grosvenor. La suerte estaba de su lado, pues aquella dama la admiraba mucho; apenas se hizo anunciar fue recibida, quedando la señora encantada ...
... un tiro, y al despedirse de él junto al coche, la dama terminó su visita con estas palabras: -He ... comprendidas penas de los extraños a la suya propia, la dama creía ver en la...
... hubiera atrevido a dudar de la castidad casi secular de don Cayetano. No era eso. Su culto a la dama no tenía que ver nada con las exigencias del sexo. La mujer era el sujeto poético, como él decía ...
... ojos, dulcemente -El ímpetu cruel de mi destino -Es tanto el bien -Galanio, tú sabrás que esotro día -Hase movido, dama, una pasión -Mil veces callo que romper deseo -Mil veces digo, entre los brazos ...
... 243;n Mart& 237;n.& 161;Oh, Tito, afortunado mortal & 161;La inc& 243;gnita dama te indicaba calle y n& 250;mero... y hora para recibirte Aventura tan bonita y novelesca no se present& 243; jam& 225 ...
... o de su verboaquel espejo beato, y yo gustabadel mío, atemperando con lo dulce lo acerbo;y aquella dama que a Dios me conducíadijo: Cambia de idea: piensa que estoycerca de aquel que todo entuerto ...
... de su relación con mujeres, el nombre que nos viene antes a la memoria es el de Ebba Brahe. Ebba era dama de su corte; su amistad empezó en el año 1645 y duró hasta la abdicación de la reina. Después ...
... P& 243;rtico, donde viv& 237;a con Adriana de Mil& 225;, su antigua educadora, y la bella Julia, su dama de honor. El se& 241;or de P& 233;saro, hermoso jinete, la saludaba graciosamente con su gorra ...
... escondidas resultaba casi alígero y poético. Una dama algo pasada, pero grande y bella, tocábase ... saladísimo don Pedro: dehesa, transformación en dama respetable, quizá..., y para...
... de lejos al empleado, y éste, después de contestar quitándose el quepis, fijó su atención en la dama elegante que acompañaba al español. Era un meridional de cabeza y bigotes canos, enjuto de carnes ...
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