... armada» es grande; pero no ha de escapar ninguno... Todo est& 225; en marchar sin detenerse, en lo oscuro y gambeteando.Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X ...
... suscitado en su cerebro cien ideas y recuerdos.En ese instante, el doctor de Selis apareci& 243; en el umbral.Brenda de Eduardo Acevedo DíazPrólogo -Brenda -I -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI ...
... dedos los nudos de su cord& 243;n blanco; y el otro a mirar el techo, silbando entre dientes un toque de guerrilla.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... , pidi& 243; la bendici& 243;n a su ama y fuese aprisa, sintiendo que empezaba a enternecerse demasiado.Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... d& 243;nde se puso a mirarle entre sordos gru& 241;idos, y fuese con la cola baja a esconderse en el monte.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII -XIV - ...
... ), protagonizada por Juanjo Puigcorbé y Laura del Sol. Y realizó el vídeo dedicado al cantautor Luis Eduardo Aute para la serie de la Sociedad General de Autores "Autor por autor".En noviembre de 1996 ...
... su copa cristalina el agua pura y transparente. & 191;Qu& 233; llegar& 237;a a pensar la hu& 233;rfana?Brenda de Eduardo Acevedo DíazPrólogo -Brenda -I -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII ...
... reunidas para hacer frente al conflicto. Con todo, en el fondo empezaba a sofocarla como un vaho asfixiante el desaliento.Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X ...
... La placentera holganza en que viv& 237;an los individuos de la secci& 243;n o mesa de que era jefe el Sr. D. Eduardo Oliv& 225;n e Iznardi tuvo su t& 233;rmino, que si no hay mal que cien a& 241 ...
... ruido de sus espadas en las vainas y el trinar de las espuelas. Despu& 233;s, todo qued& 243; en silencio.Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... o su cr& 225;neo, informe y grotesco, con la tenacidad de la sospecha grave que se acerca al grado de certidumbre.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... pie en el estribo sentose de un salto en su alaz& 225;n, emprendiendo de nuevo paso a paso su camino oscuro.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII -XIV ...
... tiesas.La mano de su amo acariciole la frente y la nariz, y bajole con suavidad la cabeza.El overo quedose sosegado.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... escuadr& 243;n, su preferido.All& 237; se manten& 237;a arisca como un coat& 237;, hasta la hora de diana.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII -XIV - ...
... momento en que aquella chacota se convirtiera en una tragedia, siendo Moreira actor principal en un nuevo combate. Juan Moreira de Eduardo GutiérrezPrólogo - I -II -III - IV -V -VI -VII -VIII -IX -X ...
... 243; en su cabruno.Ya el miliciano hab& 237;a desaparecido del vallecico en que se apeara para arreglar su «apero».Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI ...
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