... ;as. A este punto llegaba, cuando advirti& 243; que yo estaba delante, y ech& 225;ndome los brazos al cuello, me dijo: -Al fin hemos salido de dudas. Todo era invenci& 243;n de Santurrias. & 191;Qu ...
... botones de oro cincelados; un chaleco de seda cuajado de bordados, una banda romana atada al cuello, un portapliegos bordado de oro y de seda encarnada y verde, calzones de terciopelo de color azul ...
... ; pero después, reconociendo quiénera el que tamaños horrores había soportado, lánzasea mi cuello, me estrecha entre sus brazos y exhalaalaridos capaces de conmover las celestes bóvedas,y en seguida ...
... despu& 233;s de las horas robadas en siestas al trabajo se arreglaba con primor el pa& 241;uelo al cuello, terciaba el ala del chambergo para lucir la melena, hac& 237;a con gracia un nudo en la cola ...
... blancura de su complexión y el esplendor de surubia cabellera que ondeaba esparcida por el cuello y por los hombros sin que los años lahubiesen aún plateado y disminuido. La expresión de su fisonomía ...
... afrancesadas del tiempo del Imperio, con aquellos trajes ce& 241;idos, ense& 241;ando las carnazas del cuello, de los hombros y algo m& 225;s... & 161;Hija, qu& 233; indecentes Dice Rodrigo que son ...
... a la víctima para desviar las sospechas, un medallón y una cruz que la muerta llevaba al cuello, su cuaderno de notas y dos cartas, una de su prometido, en la que le anunciaba su próxima llegada ...
Veinte años después: Capítulo XXXIV. El frailede Alejandro Dumas Había dos hombres tendidos en el suelo; el uno inmóvil, vuelto de espaldas,atravesado por tres balazos y nadando en sangre. Estaba ...
... que nunca con su madre: apoyaba continuamente la cabeza en su pecho, escondía la mejilla en el cuello de Nieves, paseábale las manos por el peinado, por los hombros y, sin causa ni motivo, murmuraba ...
... a sacristía, sacó una gran medalla de San Luis, hízole que se desabrochara el chaleco, se la colgó al cuello, en tanto le decía:-Usted es bueno. No se quite nunca esta medalla. Quiere creer, y creará ...
... «una veste recamada en oro, el jubón bordado con diamantes y otras piedras preciosas y, en torno al cuello, un gran collar de grandes balajes». Los favoritos de Jacobo I llevaban pendientes hechos ...
... 243; a la cara con ambas manos la carabina e hizo fuego.El teniente se hab& 237;a tendido sobre el cuello de su redom& 243;n; pero este ardid estuvo de m& 225;s; pues si bien chispe& 243; el pedernal ...
... llamamos persona... Al quejido siguieron voces que indudablemente delataban espanto de mujer... Dolorido del cuello y de Los lomos, inclinose Ansúrez vomitando blasfemias, y vio ropas negras y blancas ...
... corcel, y cogiéndole de la brida le saqué al jardín y lo monté; pero no se movió. Entonces le di en el cuello con la cadena de oro. Y de pronto, ¡oh señora mía abrió el caballo dos grandes alas ...
Tus pies de nácar.Tus doradas piernasdonde el mar ha cantado.Tu cuello de álamo primaveralplateado por la risa y despeinadopor el viento y la risa.Tu hombro derecholleno de palabras mías, de ...
... primores la languidez en los ojos, y en el cabello las flores. Muestran tantas maravillas los diamantes en tu cuello, las rosas en tus mejillas, que con real ornato brillas desde la planta al cabello ...
... verde con alegre estallido. Más allá, los caballos comían su ración en sacos colgados de su propio cuello... Monturas, camas, mantas, todo salía en busca del beneficio del sol... Se apeó Santiuste ...
... Continúa -dijo Daniel, acabando de atar con negligencia una corbata de seda negra a su cuello.-No hacía nada más.-Pero te he preguntado cómo estaba vestida.-Con un vestido blanco con listas verdes ...
... estuvo en la actitud, semejante a la del que llevan al suplicio. Me levanté, le eché los brazos al cuello, junté a la suya mi cara dolorida. Las ternezas, las caricias, ablandaron su pena. Recobró ...
... as las fuerzas que le quedaban, alz& 243; tr& 233;mulo el brazo, que ci& 241;& 243; al cuello de la joven, la atrajo hacia s& 237; nervioso juntando con la suya la linda cabeza, y dijo anhelante:-¡Cu ...
2.472 palabras
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