... cura de aldea es un pobre de solemnidad: cuando más, llegará a donde llegue un labriego acomodado: a tener la despensa regularmente abastecida; y eso, para un hombre que recibió cierta instrucción ...
... internó. A puestas de sol despidió elcaballo. Más tarde entró en la cabaña de un labriego, quien accedió avenderle una escalera y a llevársela hasta el bosquecillo que domina elPaseo de la Felicidad ...
... del virgen Océano; yo trocara estos hábitos, refinados por la civilización, por el burdo ropaje del labriego, y la pluma con que trazo estos rasgos por el timón del arado, si bajo los duros pliegues ...
... coche, con resplandor de frentes tostadas, y añejas prosas castellanas. Entre el cortejo labriego, era la sombra renqueante y caduca de una mujer adolecida, que se doblaba sobre un palo… Las madamas ...
... sangre tenía el tío ladrón La acequia, al enrojecerse, parecía más caudalosa. De repente, el labriego, dominado por el terror, echó a correr, como si temiera que el riachuelo de sangre lo ahogase ...
... suyo, titulado Anfriso y Cenobia), dejó las musas por la política, escribió en El Universal y en El Labriego, charló en los clubs, y se decidió por el partido exaltado. Tenía mucho ingenio, dotes ...
... niñas, al fin, gracias a Dios, llegaba al hogar un hijo varón. «¡Qué bien vendrían sus manos de labriego a estas tierras difíciles y pedregosas », pensó papá Bautista.«¡Hay que bautizar al niño ...
... un asuntillo?-& 191;De un asuntillo? Ahora mismo -repuso Pepe, abriendo su ba& 250;l.-No es oportunidad -dijo el labriego-. Descanse el Sr. D. Jos& 233;, que tiempo tenemos. M& 225;s d& 237;as hay ...
... l gitano, que seguían con sus miradas la marcha del animal. Cuando volvió Monote con el caballo, el labriego lo examinó detenidamente. Metió sus dedos entre la amarillenta dentadura, pasó sus manos ...
... niño puede encargarse del gobierno de todos los pueblos; pero si el zapatero aspira a general, y el labriego tosco a pronunciar discursos y a desentrañar los misterios de la política, y el sacamuelas ...
... & 243;n al pudor que la faja, esa prenda que jam& 225;s se despega de la piel del labriego; las mujeres, con las faldas a la cabeza, hundiendo en el barro sus tostadas y enjutas piernas de bestias ...
... ;o que mira con ojos c& 225;ndidos, mientras sus bolsillos est& 225;n repletos de cosas robadas.El labriego ten& 237;a arado el bancal y relleno de semilla el surco. Pod& 237;an los hombres seguir mat ...
... del cenáculo, dejáronle leer, entrando los tres (Barriga tropezó) religiosamente de puntillas.«Labriego, ¿vas a la arada?Pues dudo que haya otoñadamás grata y más placenterapara cantar la tonadade ...
... para que toda ella resulte feliz. Pero no nos requieras a hacer nada de ello; porque, si te hiciéramos caso, ni el labriego sería labriego ni el alfarero alfarero ni aparecería nadie...
... entre un españolresidente que había participado en la conquista de Yucatán,de apellido Ximénez, y un labriego, al parecer acompañantedel obispo desde España, llamado Zamora. La conversaciónentre ...
... dejándole aterrado y en actitud de maldecir a todos los demonios. Fue entonces que presentándose de improviso un rústico labriego de brazos nervudos, de cara siniestra y de uñas largas, quiso salvar ...
... y empresario pensaba que la mejor solución para resolver el problema de la miseria del labriego europeo era fomentar la emigración hacia los territorios americanos. Brougnes, que cita los Viajes ...
Debido a su limitada modernidad, Madrid no tiene a ojos del escritormodernista el mismo encanto que una urbe como París. Sin embargo, siguiendola definición del Modernismo que ofrece Federico de Onís ...
... MOZA 1ª)Exp.– Con ella se va; / de pena yo me muero. (MARIELSA)II: Una plaza del pueblo.Inc.– Labriego luchador, despierta sin tardar. (CORO)Exp.– ¡La mala mujer… he sido yo (MARIELSA)III ...
... nueva superficialidad. Para explicar esta idea, Jameson establece una comparación entre la obra Zapatos de labriego de Vincent Van Gogh (modernista) y Zapatos de polvo de diamante de Andy Warhol ...
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